Dos para triunfar: con fertilizantes tradicionales más biológicos, el trigo gana hasta 368 kg/ha
La Red de Nutrición Biológica de Aapresid llevó a cabo una serie de ensayos en la región pampeana, donde se midió la respuesta de los insumos biológicos y su interacción con fertilizantes tradicionales.
Los insumos biológicos ganan espacio en la producción agrícola, a partir del uso de productos como bioestimulantes y biofertilizantes.
Pero más allá de esta tendencia, no se conoce a fondo el impacto concreto en sus niveles de respuesta en rendimiento de los cultivos y cómo interactúan con los insumos tradicionales.
Para despejar estas dudas, desde la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) -mediante su Red de Nutrición Biológica- presentaron los resultados de ensayos que se llevaron a cabo el año pasado, en diferentes lotes de la región pampeana.
“La gran variedad de ambientes y limitaciones de suelos, fertilidad y clima, se traducen en diferencias en los rendimientos del 20-30%”, mencionaron.
Con este fin, se evaluó su desempeño en trigo, a partir de bioestimulantes aplicados mediante tratamiento de semillas o foliar.
Además, se midió la respuesta del uso combinado de estos productos con fuentes de fertilización tradicionales, en ensayos en Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe.
BIOLÓGICOS MÁS FERTILIZANTES: UNA SUMA PARA GANAR
Los resultados fueron alentadores y el uso combinado de productos biológicos -aplicados en semilla- con fertilizantes tradicionales aumentó los rindes del cereal con respecto a los insumos tradicionales en un rango de 202 a 368 kilos por hectárea.
“Por otro lado, el rendimiento alcanzado en trigos tratados únicamente con tecnologías biológicas (sin fertilización) fue similar al logrado por el productor a través de la fertilización tradicional”, remarcaron desde la Red.
En cuanto a los ensayos de aplicación foliar, los resultados permitieron visualizar que aquellos cultivos tratados con productos biológicos mostraron una mejor adaptación frente a condiciones de estrés, como falta de agua o temperaturas extremas. Además, sus rendimientos fueron menos afectados.
“El análisis de los resultados abre una puerta interesante a la bioestimulación como herramienta para mitigar los efectos de estreses abióticos y bióticos”, señalaron.
Por último, desde Aapresid advirtieron sobe la importancia de aplicarlas en forma integral, para lograr un manejo agroecológico de los lotes.
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