Si bien los terneros mostraron alzas en las últimas semanas, las categorías de consumo también ascendieron de precio y por eso la relación de precios sigue siendo favorable para los engordadores.

Los remates que organizó el mercado ganadero de Rosario (Rosgan) durante La Rural 2024, en los que se subastaron más de 40.000 cabezas, fueron un fiel termómetro del momento en que están los precios de la hacienda.

Si bien hubo subas generalizadas para todas las categorías, novillos y novillitos marcaron los mayores incrementos.

De esta manera, se ubicaron por encima de los aumentos que registró la invernada y, de esta manera, el contexto actual sigue favoreciendo la reposición, según un informe que difundió el Rosgan en las últimas horas.

EN LA HACIENDA, GANA LA REPOSICIÓN

En promedio los valores para los terneros en La Rural rondaron los $ 2.400 a $ 2.500 el kilo, con máximos registrados por lotes especiales que, alentados también por la muy buena financiación ofrecida por los bancos, llegaron a pagarse hasta $ 2.900.

De manera precisa, la media pagada por terneros en las subastas del Rosgan fue de $ 2.525 el kilo, un 10% más respecto de lo marcado en el último remate habitual.

De todos modos, ya en estos valores hay un aspecto importante a tener en cuenta: “Al analizar la serie de los últimos 10 años, vemos que, aun considerando estos últimos valores registrados en Palermo, el precio del ternero sigue estando ligeramente por debajo del promedio de la serie ($ 2.620) e incluso retrasado entre 20% y 25% respecto de los valores registrados a igual fecha en los últimos 3 años, previos a la seca”, graficó el Rosgan.

En efecto, en lo que va del año, descontada la inflación mayorista (IPIM), el precio del ternero acumula una pérdida real del 20%.

En la otra punta del negocio, el precio del novillito gordo en el Mercado Agroganadero de Cañuelas se apreció en más de un 10% respecto de los valores registrados en diciembre del año pasado.

“Esto lleva a que la relación de reposición del ternero siga siendo muy favorable para el engordador”, subrayó el Rosgan.

El precio de compra por kilo vivo se ubica actualmente aproximadamente un 15% por sobre el valor de venta del animal terminado, aún por debajo de lo que marca el promedio de los últimos 5 años y entre 10 y 15 puntos por debajo de lo que supo valer a esta misma fecha en los últimos años previos a la seca pasada, más semejantes en cuanto a disponibilidad de terneros.

AGOSTO, UN MOMENTO CLAVE

A solo dos días de que comience agosto, el Rosgan recordó que es una fecha clave: estacionalmente, el precio del ternero debería empezar a afirmarse a partir de este mes, a media que se reduce la oferta.

Paralelamente, es el momento en el que los feedlots deberían empezar a descargar con mayor fluidez gran parte de la hacienda que se encuentra en engorde, presionando ligeramente sobre el valor del gordo y generando, en consecuencia, un encarecimiento en la relación de reposición.

“Por el momento, a pesar de esta primera señal de fortalecimiento del precio del ternero, las subas que ha estado registrado el gordo en los últimos 10 días erosionan parcialmente la mejora que debería estar mostrando la relación de reposición”, llegó a la conclusión el Rosgan.

Sucede que, si bien el consumo aún no está dinamizando las ventas, la escasez de hacienda terminada es la que está traccionando los valores en el mercado.

De hecho, con julio finalizando, los datos preliminares de faena estimados a partir del traslado de animales informado por SENASA, muestran una nueva caída, con mermas que en promedio rondan el 8% novillos, novillitos y vaquillonas y el 15% en vacas.