Apicultura selectiva: ¿cuáles son las especies florales de mejor aptitud para producir?

En Catamarca, un estudio del INTA determinó que el conocimiento de la dinámica de floración del monte brinda la posibilidad de decidir en qué momentos poner y levantar las alzas melarias, manipulando así el origen del néctar que ingresa a la colmena.
La apicultura es una actividad relevante en provincias argentinas como Catamarca, debido al potencial de su flora nativa, su bajo impacto ambiental y la posible fuente de ingresos para las economías regionales.
Por ello, un equipo de investigación del INTA provincial, conformado por el área de investigación y extensión de la Estación Experimental Agropecuaria Catamarca y la Agencia de Extensión Rural del INTA Paclín, junto a productores apícolas y la Escuela Agroganadera “Fray Vicente Alcaraz de la Merced”, identificaron y relevaron información clave como herramienta fundamental para el apicultor a la hora de tomar decisiones en el manejo del apiario con sus características distintivas que pretende imprimir a su miel.
En ese contexto, la investigadora Rosario Scaltritti explicó que “a partir del trabajo realizado, se pudo conocer el origen floral del flujo de néctar y su variabilidad en el tiempo”.
Con esta información se construyó una curva en la que fue posible identificar el inicio, los picos y el final de la floración de las especies vegetales de interés apícola en la región.
“El orden y el momento en que estas especies ofrecen néctar y polen constituyen una herramienta fundamental para establecer las pautas de manejo de las colmenas y planificación de tareas de manera más eficiente y previsible, como alimentación, cuidado sanitario y multiplicación de material vivo”, señaló Scaltritti.
El objetivo de la investigación fue profundizar el conocimiento de las especies vegetales nativas, su abundancia –distribución temporal y espacial– y el aporte de las mismas a los productos de las colmenas con néctar, polen, propóleos y núcleo.
APICULTURA CON MAYOR PRODUCTIVIDAD
En la información que proporciona el estudio, quedan establecidas con exactitud la época y disponibilidad de polen y néctar, para que a partir de ellos se pueda planificar los periodos donde realizar alimentación, controles sanitarios y asegurar una mayor productividad de la colmena.
Mariano Ignes, otro investigador del INTA Catamarca, destacó que bien la oferta de néctar del monte nativo es de origen multifloral y este tiene íntima relación con las condiciones climáticas; “la continuidad de esta investigación podría permitir definir pautas de manejo para obtener miel de origen unifloral”.
Además, el investigador agregó que “el conocimiento de la dinámica de floración del monte nos da la posibilidad de decidir en qué momentos poner y levantar las alzas melarias, manipulando así el origen del néctar que entra a la colmena”.
LAS MEJORES ESPECIES PARA APICULTURA
Las especies vegetales de aptitud apícola que relevó el equipo del INTA son Baccharis (Chilca), Vachellia caven (espinillo), Ephedra triandra (pico de gallo), Vachellia aroma (Tusca), Schinus molle (terebinto o molle blanco), Circium (cardo), Taraxacum officinale (diente de león), Lycium cestroides (talilla), Parasenegalia visco (viscote), Celtis tala (tala), Croton lachnostachyus (tinajera), Neltuma (algarrobo), Clematis campestris (barba de viejo) y Fragaria coco (coco).
El estudio se realizó en la localidad de Talahuada, representativa del centro norte del departamento Paclín, Catamarca. Fitogeográficamente, esta zona corresponde a zona de transición de yungas y chaco serrano.
“La oferta floral de las especies exóticas se extiende en periodo corto de tiempo (de agosto hasta mediados de septiembre) y su aporte contribuye al mantenimiento a la salida del invierno y activación de la colmena, razón por la cual no fue detectada en el análisis melisopalinológico, un estudio que se realiza para determinar el origen botánico y geográfico de la miel”, indicó Scaltritti.
Los apiarios en la zona de estudio se caracterizan por ser de entre 10 y 20 colmenas y se desarrollan a base del aprovechamiento de la flora nativa.
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Por lo extenso de la zona de monte nativo, la apicultura local evidencia un gran potencial de expansión, tanto para la producción de miel como para la de los otros productos de la colmena: polen, propóleos, jalea real y, en especial, núcleos, por tratarse de una zona limpia de enfermedades.
UN CLIMA IDEAL PARA LA APICULTURA
Además, el centro-este de Catamarca, por sus características climáticas y el bajo impacto de cuestiones sanitarias adversas, se caracteriza por ser una zona frecuentada por grandes productores que llegan desde otras provincias especialmente a multiplicar sus colmenas.
Un elemento que resulta relevante para el desarrollo apícola del departamento Paclín es la generación y difusión de información sistematizada que resulte estratégica para el manejo de apiarios en la zona.
“Conocer las características y atributos de sus productos les permite a los productores optimizar el proceso de comercialización, mejorar el precio de venta, informar y fidelizar clientes y lograr alguna diferenciación respecto de la competencia”, concluyó la investigadora.
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