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Desregulación en la huerta: derogan una norma sobre envasado que tenía 90 años

Fuente: Infocampo 12/05/2025 09:00:15 hs

Por medio de un decreto, el Poder Ejecutivo dio de baja una norma sobre tipificación, empacado y fiscalización de hortalizas frescas destinadas a la exportación que databa de 1935. El ministo de desregulación, Federico Sturznegger, celebró la medida.

El Gobierno nacional avanzó este lunes con un nuevo mojón dentro del camino de “desregulación” en el que viene avanzando, con el fin de “liberar” a las actividades productivas de trámites y requisitos burocráticos que lo único que hacen es entorpecer la operatoria.

En este caso, se trata de un decreto que emitió el Poder Ejecutivo y que derogó una norma que tenía vigencia desde 1935, aplicada por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), y que afectaba el proceso de envasado de hortalizas frescas.

En concreto, por medio del decreto 318/25 que se conoció en las últimas horas, se le dio de baja al decreto N° 71.178/35.

“El mantenimiento de normas desactualizadas genera confusión en los sectores alcanzados por la regulación, lo cual se traduce en un obstáculo para la eficiencia en los intercambios y en la gestión estatal”, justificó el Estado esta decisión, según los considerandos del decreto.

DESREGULACIÓN: ADIÓS A UNA MEDIDA DE CASI UN SIGLO

La cronología indica que, a principios de Siglo XX, se aprobó en Argentina la Ley N° 4863 que dispuso que la defensa agrícola en todo el territorio de Argentina, contra la invasión de animales y vegetales parásitos o perjudiciales, se hará efectiva por el Poder Ejecutivo.

En ese marco, en diciembre de 1922 se reglamentó esa ley, oportunidad en la que se estableció que las frutas y hortalizas frescas, en general, dada su naturaleza y destino, serán inspeccionadas del punto de vista de su estado sanitario, conservación, embalaje y emplazamiento a bordo.

Así, sobre la base de tal norma, por el Decreto N° 71.178/35 -el que hoy se deroga- se aprobó la reglamentación referida a la tipificación, empacado y fiscalización de hortalizas frescas destinadas a la exportación.

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Pero luego, en 1963, se aprobó otro decreto, el N° 6704, destinado a la defensa sanitaria de la producción agrícola en todo el territorio argentino contra animales, vegetales o agentes de cualquier origen biológico que sean perjudiciales, materia que ya se encontraba regulada por la Ley N° 4863.

Sin embargo, luego surgió la Ley N° 27.444, que derogó la mencionada Ley N° 4863. El problema es que el decreto N° 71.178/35, pese a que se supone que perdía vigencia ante la derogación de esta última normativa, nunca se derogó expresamente; y su contenido “genera restricciones que hoy resultan anacrónicas respecto de las formas en que actualmente se comercializan y exportan las hortalizas”, dijo el Gobierno.

Allí es donde argumentó que “el mantenimiento de normas desactualizadas genera confusión en los sectores alcanzados por la regulación, lo cual se traduce en un obstáculo para la eficiencia en los intercambios y en la gestión estatal”.

Y recordó que “entre los principales objetivos del Gobierno Nacional se encuentra alcanzar una administración pública al servicio de los ciudadanos, que mejore sus estándares de eficiencia, eficacia y calidad, con el fin de lograr responder con mayor celeridad y efectividad a las demandas de la sociedad”.

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“En virtud de las razones expuestas, resulta necesario actualizar la normativa que rige la exportación de hortalizas para permitir una operatoria más eficiente y acorde a las prácticas actuales de ese sector productivo, eliminando toda exigencia o requisito innecesario”, continuó.

También subrayó que “la derogación instrumentada se orienta a asegurar, en materia de hortalizas, que todos los procesos y productos se ajusten a los requisitos previstos por las normas internacionales aplicables, garantizando así una exportación libre de barreras regulatorias y acorde a los estándares de seguridad y salubridad exigidos por la normativa vigente”.

“Mediante la derogación de la norma reglamentaria que se dispone, se suprimen requisitos innecesarios en materia de habilitación en planta de origen y relativos a los envases de hortalizas, que resultan una traba burocrática que complica y ralentiza el proceso de comercialización de las mismas, afectando la competitividad del sector”, completó.

Por último, aclaró un aspecto clave: la eliminación de las mencionadas restricciones no afectará el estado de salubridad en la que se exportan las hortalizas, que se encuentra garantizado por el Senasa.

LA DESREGULACIÓN DE LAS HORTALIZAS, BAJO LA MIRADA DE STURZENEGGER

En este contexto, como es usual en este tipo de novedades, el que hizo referencia al respecto fue el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.

El funcionario dijo que, junto al director del organismo, Pablo Cortese, están avanzando “en la transformación más profunda del Senasa en décadas”.

A través de un posteo en la red social X, Sturzenegger explicó que esta transformación se basa en lo siguiente:

“A lo largo de los años al SENASA se le fue dando el rol de supervisar tres cosas: A. La calidad de los productos, B. El proceso productivo, y C. Actuar como policía sanitaria. Lo de la calidad es cosa de los militares me parece: la idea, por ejemplo, que un burócrata podía definir la calidad con la que había que producir, sobre todo en la exportación, donde se presumía el país se jugaba ‘el honor’ de la patria”, inició.

Y prosiguió: “Lo del proceso productivo es tan absurdo como que la Secretaría de Industria le ordene a la industria automotriz usar tal o cual robot (o no usarlos), o que se ocupara de verificar el espesor de la chapa del techo de las fábricas (fuera de broma era lo que hacía Senasa)”.

Bajo este panorama, recordó que en un gobierno libertario como el que propugna el presidente Javier Milei, tanto la calidad como el proceso productivo son dimensiones que valida y evalúa el mercado.


Por eso, “nada tiene que hacer el Estado metiéndose en eso; en todo caso lo único que tiene que hacer Senasa es actuar como policía sanitaria, para evitar infecciones, plagas y garantizar un comercio internacional fluido”, enfatizó.

En ese sentido, repasó que el primer paso del Gobierno fue liberar de este tipo de trabas burocráticas a todo el complejo frutícola, lo que “despeja el camino para emitir esta semana una seria de resoluciones que desregulan totalmente la producción de hortalizas, focalizando al Senasa en su rol de policía sanitaria”.

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“Seguiremos en los próximos meses con el resto de las actividades progresivamente y sin pausa. Literalmente dejamos de molestar al productor en las cosas que el productor debe resolver por sí mismo, y concentramos la tarea en donde hay un valor útil de la supervisión estatal”, concluyó.

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