El lado B del “boom” triguero: para que sea rentable, hay que realmente lograr altísimos rindes
En campo alquilado, que representa el 70% de la producción, en la zona núcleo se necesita alcanzar 60 quintales por hectárea para obtener un margen positivo. La calidad, otro factor de preocupación.
Por estas horas, las novedades ligadas al trigo son todas positivas en materia productiva: los diversos reportes que van surgiendo, tanto públicos como privados, confirman que se viene una cosecha histórica.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación pronosticó en las últimas horas una producción récord de 24,7 millones de toneladas, sumándose a estimaciones similares de la Bolsa de Comercio de Rosario (24,5 millones) y de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (24 millones).
Pero esto no implica que sean todas buenas noticias para los productores del cereal: la rentabilidad, por ejemplo, no es buena y, de hecho, es un alivio que se estén logrando rindes muy por encima de la media, ya que de no ocurrir eso, estarían todos en zona de quebranto.
LA RENTABILIDAD DEL TRIGO
El informe semanal para la zona núcleo de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Rosario (BCR) es claro al respecto.
Los técnicos de la entidad elaboraron un cálculo de la rentabilidad en campo alquilado, ya que es la modalidad predominante, ocupando el 70% de las hectáreas.
Y la conclusión es notoria: con un precio a cosecha (diciembre) de 18,3 dólares por quintal (u$s/qq), para campo alquilado el punto de equilibrio llega recién con rindes altos.
- Con 40 qq/ha, la pérdida es de 158 u$s/ha
- Con 50 qq/ha, aún sigue en negativo (–29 u$s/ha)
- Recién con 60 qq/ha se pasa a terreno positivo (75 u$s/ha).
“El costo del alquiler —equivalente a 18 qq/ha de soja en este análisis y prorrateado por el tiempo de ocupación del cultivo— resulta determinante y deja al trigo expuesto a un riesgo económico considerable cuando los rindes están por debajo de niveles promedios para la zona (38 qq/ha)”, destaca el reporte.
Cosecha de trigo (Imagen publicada por Florencia Ricca en X)
En tanto, en el caso de campo propio, pasar de 40 a 60 qq/ha lleva el margen neto de 59 a 252 u$s/ha, más de cuatro veces.
Por ese motivo, para la GEA, “los primeros datos que arrojan las cosechadoras confirman la excelente campaña. Pero es importante destacar que se tratan de rindes excepcionales con un clima que difícilmente vuelva a repetirse, ya que fue prácticamente ideal para el cultivo. También es notorio como un salto de 20 qq/ha puede cambiar por completo el balance económico. La rentabilidad del actual ciclo está atada a lograr rindes muy por encima de la media histórica”.
LOS COSTOS DEL TRIGO, FIRMES
Por otro lado, desde la GEA analizan que la “foto” de márgenes refleja un contexto de costos muy similares al que se tenía al momento de la siembra.
La mayor parte de los insumos —semilla, fertilizantes y fitosanitarios— se compró hace unos seis meses, y los valores no difieren demasiado de los actuales: hoy el costo ronda los 300 u$s/ha, cuando al inicio de campaña se hablaba de unos 290 u$s/ha.
Cosecha grande, margen chico: el trigo que preocupa al productor
Por eso, la comparación económica sigue siendo representativa del escenario que enfrentó el productor al comenzar el ciclo.
Lo segundo es que, en cuanto a los costos totales (antes de impuestos), si bien aumentan a medida que crece el rinde, lo hacen a un ritmo mucho menor que el ingreso: mientras el ingreso bruto mejora en 365 u$s/ha al pasar de 40 a 60 qq/ha, los costos solo aumentan 106 u$s/ha.
LA CALIDAD, OTRO TEMOR DEL TRIGO
En tanto, el otro factor sobre el que se está poniendo especial atención es con relación a la calidad. De hecho, en los últimos días, por ejemplo, hubo “ruidos” en el mercado por empresas exportadoras que impusieron una condición de recibo de pagar el 90% de las toneladas al momento y el 10% restante a plazo, dependiendo de la calidad, lo que generó rechazo en productores y acopiadores.
En este marco, la GEA menciona que “hay dos clases de planteos, los que hicieron una fertilización base y van a rendir bien, pero con muy poca proteína, y los que se hicieron apuntando a 50 o 55 qq/ha, refertilizaciones en macollaje, y van a estar con buenos valores”.
Técnicos consultados afirman que sí puede haber problemas por baja proteína: “En planteos más tradicionales, con toda la fertilización a la siembra y con el nivel de lluvias que hubo se lavó mucho de lo que se aplicó. La caída de proteína pueden ser un factor de descuento y hay cierto temor. También hubo algo de fusariosis sobre el final, eso suma inquietud”.
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