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Las claves del Amanita phalloides, el “hongo de la muerte” que consumió el turista en Córdoba

Fuente: Infocampo 28/01/2020 12:30:54 hs

El joven sufrió una "insuficiencia hepática fulminante" tras consumir una de las especies más tóxicas para el ser humano. Los detalles toxicológicos de las setas que tienden a confundirse con especies inocuas.

Un turista oriundo de Río Cuarto se encontró un ejemplar de la especie Amanita phalloides mientras visitaba Santa Rosa de Calamuchita. Tras consumirlo, sufrió una insuficiencia hepática y actualmente su estado es grave.

El hombre de 36 años lucha por su vida luego de consumir el famoso “hongo de la muerte”, que él mismo recolectó del suelo. Se encuentra internado desde el 24 de enero en el Sanatorio Allende.

“Su cuadro es de extrema gravedad”, aseguró el doctor Mario Sorbera y agregó que “el hongo que comió le produjo una insuficiencia hepática fulminante”.

Según contaron los profesionales, el hombre ingirió una Amanita Phalloides, una seta venenosa y, dependiendo de las cantidades consumidas, puede ser de riesgo mortal para los humanos.

En tanto, desde la institución afirmaron que la ingesta del hongo “es fatal en el 95% de los casos”, y pidieron que se difunda la imagen de la especie para evitar que se la consuma por error.

Características y efectos del “hongo de la muerte”

El Amanita phalloides, también denominado “hongo de la muerte”, “oronja o cicuta verde” o “canelaja”, es una especie que crece únicamente junto a los pinos y robles, es común encontrarlo en varios sectores de las sierras cordobesas.

Su forma es similar a la de algunas especies de champiñón silvestre, especialmente durante su juventud, cuando desarrollan un sombrero redondeado y hemisférico de entre 5 y 15 centímetros que se va achatando con el paso del tiempo. Por este motivo, suele ser confundido por el ojo inexperto como una especie inocua. Sin embargo, es una de las más mortíferas para el ser humano.

Si bien el “hongo de la muerte” provoca un daño generalizado en el organismo, sus toxinas afectan específicamente al hígado y los riñones. De esta forma, si se lo consume en grandes cantidades provoca rápidamente un fallo hepático que puede conducir a la muerte.

Si bien algunos hongos tienen gran valor culinario otros son tóxicos para las personas y/o el ganado, e incluso venenosos. A continuación el INTA brindará los detalles sobre los distintos grados de toxicidad de los hongos que, con mayor frecuencia, tienden a confundirlos con especies inocuas.

  • Amanita Phalloides

La seta que consumió el turista, es una de las más peligrosas para los humanos y produce la mayoría de los casos fatales en Argentina. Frecuentemente está asociado al Pinus taeda y también a los robles.

Por su apariencia puede confundirse con otros hongos comestibles de los que se distingue por el color blanco-verdoso del sombrero y una volva membranosa (envoltura) en la base del pie (al colectar siempre hay que corroborar que no quede una volva en el suelo).

Su ingestión produce el síndrome faloidiano comprometiendo el hígado y las células sanguíneas que al cabo de unos días provoca la muerte.

  • Amanita muscaria

Suele aparecer debajo de los Pinus taeda y también debajo de los robles, se los conoce como “hongos rojos y blancos de los enanitos”. Su característica más importante es el llamativo color rojo sangre del sombrero.

La ingestión de este hongo produce una intoxicación debido a la presencia de una sustancia de acción narcótica e insecticida (se los conoce como “matamoscas”).

  • Ramaria flavo-brunnescens:

No se trata de un hongo típico de sombrero, más bien parece un coral de mar o un coliflor de color amarillo fuerte que cambia según la edad.

Se trata de un hongo micorrícico que produce intoxicación en el ganado vacuno y ovino. Produce lesiones a nivel de boca, cola y patas (pierden pelo en la cola) por eso se lo conoce como “bocopa” y también como “mal de los eucaliptos” porque es habitual en los eucaliptales.

La mortalidad de los bovinos puede llegar al 50% pero mejoran si se los retira de los montes. No hay tratamiento de cura, como medida de prevención se recomienda evitar el ingreso de animales a montes de eucalipto durante el otoño, especialmente luego de veranos secos seguidos de intensas lluvias, o en primavera cuando se observa la presencia del hongo.

Es importante el diagnóstico de un profesional veterinario ya que puede confundirse con intoxicaciones por plantas o fiebre aftosa.

ACLARACIÓN

Las “pruebas caseras de toxicidad” tales como hervir los hongos con una cuchara de plata o un clavo de cobre y observar su oscurecimiento, son meramente folclóricas y no aseguran su comestibilidad. En caso de intoxicación dirigirse inmediatamente a un centro de asistencia médica, y tratar de reservar ejemplares frescos que servirán para la identificación de la especie ingerida.

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