Duros de domar: Como el maíz y el trigo, el gobierno se reserva el derecho de cerrar las exportaciones de carne cuando se le de la gana
La apertura del negocio de exportación de carne vacuna que viene prometiendo el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, a los ruralistas finalmente no será tal. Aunque la situación ha mejorado un poco en relación a la superposición de cupos y prohibiciones que implementó el gobierno en el segundo semestre de 2021, siguen prohibidos los siete
La apertura del negocio de exportación de carne vacuna que viene prometiendo el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, a los ruralistas finalmente no será tal. Aunque la situación ha mejorado un poco en relación a la superposición de cupos y prohibiciones que implementó el gobierno en el segundo semestre de 2021, siguen prohibidos los siete cortes y se regularán todos los embarques salvo los de vaca y toro viejo, y los de hueso con carne. Pera el resto, el gobierno se reservará el derecho de cerrar las exportaciones cuando lo considere necesario.
En otras palabras, el nuevo sistema que se inauguró este lunes mediante una serie de disposiciones publicadas en el Boletín Oficial, aplica un criterio semejante al que se instauró también para el trigo y el maíz, otros dos bienes considerados “culturales” por el ministro Domínguez: se monitoreará el mercado de modo permanente y el gobierno se reserva el derecho de cerrar las exportaciones cuando lo considere necesario, mediante un instrumento que es muy semejante a la DJVE (declaración jurada) que rige para los granos: las DJEC (declaraciones juradas de exportación de carnes).
“Libre es libre”, había dicho el ministro de Agricultura el 9 de diciembre pasado, cuando anunció una apertura total de los embarques de carne que finalmente -como había anunciado Bichos de Campo- no se cumplió cabalmente. En rigor, el mecanismo instaurado ahora hace recordar a los temibles ROE (registros de operaciones de exportación) que rigieron entre 2008 y 2015, y que fueron en muchos casos sinónimos de corrupción.
Pero a diferencia de aquella etapa, donde las entidades de productores eran convidadas de piedra mientras los frigoríficos se repartían los permiso (o en todo caso el gobierno bochaba algunos y aprobaba otros), esta vez Domínguez pretende crear un Observatorio con entidades de la cadena cárnica, con las que discutirá si es oportuno mantener este grado de apertura exportadora o es necesario cerrar el grifo. Las entidades de la Mesa de Enlace y las de la industria frigorífica están invitadas a integrarse. Si lo hacen o n es algo que comenzará a dilucidarse en los próximos días, ya que mañana mismo han sido invitadas a una reunión en el Ministerio de Agricultura.
La apertura “gradual” y “condicionada” de las exportaciones de carne se concretó a través de tres normas simultáneas.
Por un lado, el Decreto 911/2021 firmado por el presidente Alberto Fernández, sui jefe de Gabinete Juan Manzur y el propio Domínguez (llama la atención la ausencia de Matías Kulfas) dispone la prohibiciónd e exportar siete cortes vacunos hasta fines de 2023, es decir hasta le final de esta gestión de gobierno. Son Asado con o sin hueso, Falda, Matambre, Tapa de asado, Nalga (que reemplazó a la cuadrada), Paleta y Vacío. Equivalen al 22% del peso total de una media res.
Por otro lado, la Resolución 301/2021 es la pieza clave de este andamiaje, porque por un lado mantiene el listado de 63 frigoríficos a los que se le asignó un cupo de exportación el año pasado y les ordena -como hasta ahora- presentar una DJEC cada vez que quieran exportar carne.
A la vez, en sus artículos 2, 3 y 4, esta normativa libera por completo la exportación de vacas conserva categorías D y F (en general se trata de carne de baja calidad que se vende en China), incluso con los siete cortes prohibidos. Lo mismo sucede con la carne de toro y con “la exportación de los huesos con carne resultantes del desposte”.
Pero a la vez se indica que “las DJECs de los productos de los artículos 2°, 3° y 4° de la presente medida deberán estar conformadas, en su totalidad, por cortes de carne correspondientes a estas categorías únicamente. Para poder declarar las toneladas, las cajas embaladas con los cortes cárnicos deberán estar en depósito al momento de la presentación de la DJEC”.
Es decir que esa carne que usualmente tiene como destino el mercado chino (que absorbe el 75% de las exportaciones) va a estar liberada, pero condicionada a la aprobación de las DJEC por parte de las autoridades tanto de Agricultura (con la ex Oncca) como de Comercio Interior.
Como hasta ahora, ni la Cuota Hilton, ni la cuota americana, ni la 481 ni la carne para Colombia tendrán limitaciones, más allá del volumen de cada cupo. “Los contingentes arancelarios otorgados se regirán por sus respectivas normas”, se especificó.
Una cosa novedosa es que esta vez sí se permitirá el tráfico de permisos de exportación, cosa que estaba prohibido hasta ahora con los cupos asignados a cada empresa. “Las fábricas o establecimientos comprendidos en la presente resolución podrán transferir carne para exportación a otro exportador”, define la resolución, que solo dice que habrá que avisar a la ex ONCCA.
Otro artículo crea “el Observatorio de la Producción de la Carne Vacuna”, que como las Mesas de Trigo o de Maíz tendrá “carácter consultivo” para el organismo. Una de sus misiones serpa “sugerir la composición y proyecciones de exportaciones de carne vacuna de conformidad con los informes del Observatorio”.
“Los informes producidos por el referido Observatorio serán considerados por la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (ex ONCCA) en ocasión de autorizar el volumen de exportación de carne vacuna, a los efectos de garantizar el equilibrio entre la productividad, las exportaciones y el mercado de carne argentino”, indica otro artículo que transparenta así la verdadera jugada oficial: el gobierno se reserva el derecho de cerrar las exportaciones cuando lo considere necesario, y para eso apelará -como hizo en trigo o maíz- a un cierto consenso con el sector privado. En los cereales, cuando esto sucedió las Mesas emitieron un comunciado desmintiendo estar de acuerdo.
La tercera pieza legislativa es el Resolución 302/2021, que convoca a los frigoríficos que no obtuvieron cupo en 2021, así como a los grupos de productores que habían quedado fuera del negocio, a inscribirse en un registro “para la exportación de carne vacuna”.
“El plazo de inscripción comenzará a regir a partir de las cero horas del día de entrada en vigor de la presente medida y por el término de 60 días corridos”, se avisa. A trabajar en el verano.
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