Desde el seno del Congreso se analiza la posibilidad de tratar antes de fin de mes el proyecto para el sector, pero el debate por el juicio a la Corte se lleva todas las luces. “Se van licuando las chances”, dicen los impulsores de la normativa.

El “fugaz” mes de febrero empieza a promediar y las gestiones para tratar la Ley de Fomento Agroindustrial en el Congreso empieza a ser una verdadera expresión de bronca para el sector privado.

En el llamado a sesiones extraordinarias por parte del Poder Ejecutivo, la misma fue incluida en el temario, pero el pedido de juicio político a la Corte Suprema de Justicia le pone un freno a su tratamiento: el oficialismo concentra esfuerzos en promoverlo y la oposición, en impedirlo.

“El Congreso no está cumpliendo con los mandatos constitucionales. Hoy la “casa de los consensos” de las fuerzas políticas se está transformando en un Boca-River donde algunos sectores están empecinados en tratar temas que no resuelven agenda de la gente”, planteó Florencia Ricciutti, directora ejecutiva de la Fundación Barbechando.

Se trata de la organización que monitorea la actividad ligada a la agroindustria en cuestiones parlamentarias. Ante la consulta de Infocampo, no dudó en señalar: “ Al mirar el temario uno puede advertir que nada de lo que se está conversando le va a modificar la vida a nadie”.

“Creo que se están pasando por encima algunos acuerdos y lo ideal sería poder dejar de lado las ideologías y ponernos a pensar en serio en lo que necesita el país”, aseguró.

Por eso alertó que “se van licuando las chances de que se trate el proyecto”.

“NO PUEDO DESOÍR AL INTERBLOQUE”

El radical Ricardo Buryaile volvió a la carga contra la estrategia del Gobierno. Semanas atrás había sido muy duro contra La Cámpora en un mano a mano con este medio, y ahora con el paso de las semanas retomó el mensaje. Y defendió la posición de su bloque.

“Este jueves tendremos novedades del interbloque de Juntos por el Cambio. Hay una reunión por el juicio político a la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) y soy una persona del interbloque, no puedo desoírlo. Más allá de que pueda coincidir o no”, afirmó ante la consulta.

Buryaile subrayó la situación del tratamiento de los temas propuestos: de las 27 leyes que fueron incluidas en el temario por el Poder Ejecutivo, hay algunas que “nunca ingresaron” oficialmente al Congreso. Otras pertenecen al tratamiento exclusivo del Senado, y otras sí están en potestad de la Cámara baja.

“No vamos a aprobar ni el tema relativo al Procurador ni la ampliación de los ministros de la Corte, ni el juicio político a los actuales. Eso empantana bastante. Además el oficialismo aún no ha llamado a sesión”, remarcó.

¿En qué complican estos proyectos a la Ley Agroindustrial? En la oposición habían advertido que la inclusión de los mismos en el temario sería motivo de su abroquelamiento a la hora de negociar otros proyectos de Ley, dándole a esos temas jerarquía absoluta ante los demás.

“Cuando uno sanciona una ley tiene que tener en cuenta la realidad socioeconómica del país. Ojalá uno pudiera tener una realidad económica distinta. Ojalá tampoco tuviéramos ataduras para sacar leyes. Yo digo que cuando trabajamos sobre un proyecto de ley uno trabaja sobre lo posible, no sobre lo ideal”, expresó.

Incluso se diferenció de lo opinado por el ministro Sergio Massa días atrás, cuando el tigrense había expresado su malestar por la demora en el tratamiento parlamentario.

“Tener Ley Agroindustrial nos va a permitir que muchas de estas cuestiones que hoy tenemos que andar resolviendo de manera mecánica tengan respuesta automática en la propia Ley, y es importante que avancemos en ese sentido”, había declarado Massa en una reunión ante la Mesa de Enlace.

Buryaile contrapuso: “Yo creo que el proyecto agroindustrial no viene a resolver lo coyuntural. No coincido con Massa cuando dice ‘es parte de la solución a los problemas de la emergencia’. El proyecto agroindusterial es un incentivo a la inversión”.

“Y la inversión va a estar complicada este año por razones obvias, porque la situación económica no es buena, no se puede importar porque la sequía golpeó muy fuerte a la producción, etc. Por eso cuando saca una ley tiene que mirar un poquito más allá de la coyuntura”, definió el formoseño.

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