Cristian Russo trabaja en la Bolsa de Rosario y es quien da las malas noticias y le pone cifras a la tragedia: “Las pérdidas son aberrantes, están fuera de la escala”, afirma
La Bolsa de Comercio de Rosario es una entidad centenaria fundada en 1884 gracias a una iniciativa de crear un Centro Comercial. En enero de 1899 cambió su nombre a Bolsa de Comercio Rosario. Gracias a la rica historia que la acompaña, hoy es referencia indiscutible con todo lo relacionado al comercio de granos, desde
La Bolsa de Comercio de Rosario es una entidad centenaria fundada en 1884 gracias a una iniciativa de crear un Centro Comercial. En enero de 1899 cambió su nombre a Bolsa de Comercio Rosario. Gracias a la rica historia que la acompaña, hoy es referencia indiscutible con todo lo relacionado al comercio de granos, desde los precios hasta la producción.
La entidad posee un centro de estudios que se llama GEA, (Guía Estratégica para el Agro), donde elaboran informes de coyuntura productiva e indicadores económicos y logísticos especialmente de la zona núcleo productiva.
Quien está a cargo de GEA es Cristian Russo, un ingeniero agrónomo que en los últimos tiempos es el encargado de dar las malas noticias del campo, contando lo que la sequía está dejando a su paso en el segmento agrícola. Cristian cree que aun no vimos lo peor en términos económicos, y cuenta a Bichos de Campo sus sensaciones durante este ingrato último tiempo.
El agrónomo cuenta: “El tema fue que se armó una tormenta perfecta, porque pasaron muchas cosas que fueron muy complicadas. La región núcleo el año pasado fue afectada también por la sequía, la soja anduvo bien, pero el maíz no, fue un desastre. Estábamos hablando de alquileres que subían uno o dos quintales, saliendo de una seca y ya anticipando que iba a ser peor el próximo año”.
Mientras transitamos la peor etapa de la sequía, dado que se está cosechando la magra campaña que a nivel nacional dejó rendimientos muy pobres, el analista recuerda el momento en que se materializaba lo que se está dando ahora: “Le estábamos sacando una radiografía todas las semanas a lo que pasaba con la niña, porque ya veníamos de dos niñas, y la peor pesadilla era que volviésemos a tener una más. Eso fue lo que pasó. Veníamos viendo que se venía esta tormenta perfecta, no podíamos contarlo de una manera mejor, porque no había cosas buenas que estén pasando”.
Mirá la entrevista completa con Cristian Russo:
-¿Cuándo fue que empezaste a poner números a la tragedia?
El primer número de la tragedia no fue para soja ni maíz, sino para el trigo. Nosotros para fin de mayo o junio estábamos hablando de un millón menos de hectáreas que se iban a sembrar en trigo. Nos decían todos ustedes tan locos. Estábamos con un otoño muy seco, después lo tuvimos caracterizando el más seco en los últimos 36 años, y ese fue el primer golpe. Después empezamos a hablar del trigo que tuvimos unos recortes brutales: estábamos esperando 19 millones y empezamos a hablar de 17, 15 y terminamos en 11 y medio. La mitad de la cosecha de los 23 del año pasado. Así que el primer golpe fue el trigo.
Hay un dicho en el campo que dice ´nunca se pierden las tres cosechas´. Bueno, acá se perdieron prácticamente la mitad de las tres cosechas a nivel nacional. Estamos hablando de soja con 53% menos, trigo 50% menos, maíz con el 35% menos y todavía falta ver qué es lo que pasa con la cosecha. Lamentable se cumplió esto de que los tres cultivos más importantes de Argentina fueron totalmente afectados por esta sequía.
-¿Cuál es el volumen total de cosecha que están pronosticando? ¿Y cuánto podría haber sido en un año normal?
Hablando de soja, estábamos esperando 49 millones de toneladas. Hoy estamos hablando de 22. En maíz, de más de 50 y hoy estamos hablando de 32. Más allá de los números, esimportante no quebrar la barrera de los 33. Pensábamos que la estrategia de sembrar maíz en forma tardía iba a sostener el número, y lamentablemente lo que vimos que esta ola de calor fue un evento desastroso en un escenario totalmente complicado. Eso fue lo que terminó de quebrar y lo que hace que seguimos hablando de números que se van recortando a la hora de la cosecha.
-Vos tenés que ir actualizando ese número y siempre fue a la baja
Sí, tal cual. Sí, y te cuesta lo emocional, porque nosotros hablamos mucho con la gente, aparte de tener los datos duros, el clima…
-¿Cómo se construyen los informes?
Es muy difícil cuando te van diciendo que semana a semana se va complicando, y cuando en un momento ya te hablaban de que se iba a sembrar tardísimo, de que venían de un trigo que había consumido toda el agua, y que la soja de segunda estaba condenada. Ya te dicen que prácticamente no se van a cubrir los costos y empezás a hablar de un área perdida que te cuesta dimensionarla. Hoy estamos hablando de un área perdida de soja de 3 millones y medio. Es una cosa de locos. Nosotros decimos que es un número aberrante porque está totalmente fuera de la escala. En la peor campaña perdimos 1,3. Estamos hablando de 3,5
-Es lo que se siembra de girasol
Vos sabés que hiciste la comparación y se me puso la piel de gallina, es tal cual el número. Entran miles de ciudades de Buenos Aires en esa superficie. Nosotros acá en Santa Fe estábamos hablando de 1, 2 millones. El departamento General López, que es uno de los más grandes del sur de Santa Fe, mide 1, 15. O sea, es más todavía. Es todo un departamento, todo
-Vos le hacés de psicólogo entonces a los agrónomos
Y es complicado, vos sabés que es lo complicado. Aparte nosotros también tenemos un seguimiento de clima con la persona que está en la trinchera, y que día a día va viendo lo que pasa, lo que no pasa, viendo modelos, qué pasa con esto y con lo otro. Bueno, tratamos de contarle esa información a la gente y cuando te están preguntando, cuando llueve. Y no, y no tenés para contestarle. Esa parte también es muy angustiante, te dijeron que no se va a cosechar nada en Pergamino, el desastre fue total. Entonces si eso ya no lo estaban diciendo a finales de enero, ¿Cómo le seguimos preguntando en febrero qué va a pasar con el cultivo? Ya te dijo que se va a perder.
Esta semana lo que estamos contando es que hay gente que está festejando como si Argentina ganase el mundial por sacar 20 quintales de soja en la región, cuando el promedio usualmente es de entre 40 y 45 quintales. Están festejando que sacó menos de la mitad. Pero lo festejan porque van a poder pagar el alquiler. Y eso sale en los mejores lotes de la región núcleo. Es realmente una campaña que ha dejado récords.
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