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Catalina, la joven empresaria del azúcar que no teme hacer reclamos: “Hay actividades que tienen que ser reguladas”

Fuente: Infocampo 07/04/2025 13:02:13 hs

Catalina Rochia Ferro lidera una de las compañías azucareras más grandes de Tucumán y considera inviable una liberación total del mercado, porque perjudica a muchas economías regionales. "No entendemos de timba financiera. Entendemos de producir bienes y servicios tangibles", agregó.

En el mundo de la zafra y la industria del azúcar la conocen todos, y cariñosamente le dicen “Catita”.

Catalina Rocchia Ferro tiene 33 años, pero ya es la continuadora de lo que gestaron su padre Jorge Rocchia Ferro y su madre Catalina Lonac: la empresa más grande de producción de bioetanol de caña de azúcar del país.

Apenas días atrás, el gobernador de Tucumán Osvaldo Jaldo fue el invitado principal a la ceremonia religiosa y apertura formal de la zafra azucarera 2025, apenas horas después de haberse oficializado los “aranceles” de Donald Trump planetariamente, y los efectos e inquietudes empezaron a sentirse.

El mandatario fue optimista: eligió la mesura y hasta planteó que Argentina “ha sido uno de los países con más bajo arancel, el 10%, es decir, hemos empezado bien”. Su padre, Jorge Rocchia Ferro, se permitió pensar en una nueva planta para la firma y dijo tener “la esperanza de hacer un ingenio nuevo en algún lugar de la provincia”.

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Pero Catalina Rocchia Ferro rompió con esa tónica y envió pedidos directos hacia el Gobierno Nacional y alertó por la situación global, a nivel país y particularmente en la región del noroeste.

“Así como el mundo está cambiando, nuestro país también. Hoy nos vemos parados en suelos movedizos. Nos hablan de libre mercado como si estuviéramos viviendo en un país de primer mundo”, comenzó su discurso.

“En un mundo que está pensando en barreras arancelarias, nosotros estamos pensando en sacarlas. Y para qué hablar del acceso a la información, ese es un bien preciado que solamente tienen algunos pocos. A esto se suma la falta de visión federal: no se puede solo ver el corazón financiero de las cosas”, manifestó.

Y sostuvo: “Nosotros no entendemos de timba financiera. Entendemos de producir bienes y servicios tangibles, de los que, dicho sea de paso, se nutre el mundo financiero”.

Su discurso cerró con un énfasis en el concepto de la “dignidad” del trabajo y de la actividad azucarera en sí. “Debemos cuidar esta industria no solo por no solo por lo que simboliza, sino también por lo que somos: una provincia que se levanta cada día con la fuerza de su gente y la dignidad de su tierra”.

EL DÍA A DÍA DE UN INGENIO AZUCARERO

Una vez que terminó su participación en el acto principal y almorzó con gran parte de los invitados que acudieron al evento, la directora ejecutiva del grupo que posee el ingenio La Florida, Aguilares y Cruz Alta conversó unos minutos con Infocampo y profundizó acerca de los principales puntos de su discurso.

Elegiste cerrar con la palabra “dignidad”. ¿Por qué?
-Bueno, hay que recordar que en los tres ingenios azucareros trabajan más de 1.600 personas. Entonces, yo soy una convencida de que el trabajo es más que el trabajo en sí mismo. Es lo que sos, es lo que te constituye, es lo que te atraviesa. Y ser azucarero es tener una identidad para con Tucumán y para con la actividad, que es muy importante aquí.

-¿Existen en la producción miradas que prioricen rendimientos y ganancias, pero que dejen de lado cuestiones identitarias y culturales?
-Siempre se ve eso. Mentiría si dijera que no. Los indicadores están a la orden del día, pero al final del día somos todos iguales, somos todos seres humanos. Entonces, en definitiva, el cuidado del trabajo es fundamental. Los indicadores son re importantes porque son los que me ayudan a poder pagar esos 1600 sueldos y es lo que me va ayudando a poder llegar a los objetivos, y también uno trabaja por objetivos y cuando los va cumpliendo se va sintiendo exitoso, pleno.

-¿Cuánto gana un zafrero que viene a trabajar estacionalmente?
-Alrededor de dos millones de pesos. Volviendo a lo anterior, todos necesitamos objetivos para saber si lo que estamos haciendo lo estamos haciendo bien o mal. Por eso los objetivos también son importantes.

AZÚCAR, BIOCOMBUSTIBLES Y ¿LIBRE MERCADO?

-¿Hay empresas que no podrían sobrevivir en un pleno libre mercado? ¿Cuál sería el caso de Los Balcanes y en la industria del azúcar?
-Lo que pasa es que el mundo entero o al menos el mundo occidental está aplicando un montón de aranceles. Y no sé si trabas, pero sí aranceles al ingreso de mercadería, y nosotros queremos abrirnos al mundo. Abrirnos al mundo implica que también el mundo venga con aranceles cero, y eso no es responsable. Nosotros entendemos que Estados Unidos hoy nos ha puesto un arancel, le ha puesto también a China, le ha puesto un montón de países, y de repente también tenemos que protegernos un poco de todo eso.

-¿Qué observás del Gobierno Nacional?
-A mí me parece fantástico el Gobierno Nacional, yo no tengo nada en contra. De hecho, si le va a hacer bien a la Argentina ni va perjudicar a la industria azucarera, yo lo seguiría votando. El punto fundamental acá es entender que hay actividades que pueden ser reguladas y otras que no pueden ser reguladas.

-¿Por ejemplo?
-La cuestión financiera, la compra de acciones, el mercado de capitales y demás, probablemente tengan una suerte de destino. Pero hay otras actividades como los biocombustibles que tienen que ser regulados por el Estado porque tiene que ver con las naftas y tiene que ver con un bien de primera necesidad que son los combustibles.

-Al tratarse y promulgarse en 2021, el sector agropecuario en general rechazó de plano la aprobación de la Ley de Biocombustibles vigente. ¿Cuál es el impacto al día de la fecha?
-En ninguno de todos estos años, desde 2006 hasta hoy, se terminó de cumplir exactamente lo que la ley proponía. Nosotros hoy supuestamente estamos reglados por una fórmula polinómica que indica que todos los meses se tiene que calcular por medio de la Secretaría de Energía, y eso arroja el precio del etanol. Esa fórmula hoy arrojaría un precio de $890 y nosotros tenemos un precio de $770.

-¿Quién es responsable de eso?
-No es solamente potestad de este Gobierno no haberlo cumplido, porque tampoco lo cumplieron los Gobiernos anteriores. Entonces, cuando me hablan de seguridad jurídica, yo descreo de algunas palabras o de algunas cuestiones.

-¿Cuáles?
-Yo creo que el mercado del biocombustible tiene que ser regulado, porque es un combustible peligroso y además porque tiene que ver con el corte obligatorio de las naftas. Las petroleras en definitiva cortan eficientemente con nosotros porque nos compran un producto que es más bajo que el nivel de precio del petróleo. Entonces creo que tiene que ser regulado y protegido, porque además es una industria regional, que debe tener cimientos frescos y duraderos.

-Manifestás sintonía general con el rumbo del Gobierno Nacional, pero ¿cuáles son los puntos de alerta que señalarías, relacionados con el azúcar y sus derivados? ¿Tienen contacto con funcionarios nacionales?
-No tenemos diálogo, pero no porque nosotros no queramos. ¿Qué más queremos que tomarnos un avión e irnos a la Casa Rosada y poder hablar con alguien que nos atienda? Yo creo que ellos están pensando mucho en la macro, en el tema de la inflación, que es recontra importante, en cómo hacemos con el Fondo Monetario Internacional y demás, pero hay una Argentina profunda, que es la Argentina, al menos la que yo conozco, como Tucumán, que también tiene que ser tenida en cuenta. Entiendo que no se trabaja mucho sobre el territorio. Y eso me da mucha pena porque la capacidad y el potencial que tiene al menos la caña de azúcar, que es de lo que yo te puedo hablar, es inmenso.

-¿Y por qué “es el momento de defender” a las economías regionales? ¿Hay alguna en la zona que tenga fuerte potencial?
-La que ha crecido es la industria minera, pero en la minería lo que hay son capitales extranjeros. Entonces no sé hasta qué punto eso es una economía regional. El limón está con serios problemas hace algunos años, la caña de azúcar también. Entonces, me parece que es un momento de mirar un poco más al interior y de empezar a ver cuáles son los impuestos que se deben aplicar y cuáles son los impuestos que no, tanto provincial como nacionalmente.

-¿Cuál es la importancia entonces de lograr la aprobación de una caña de azúcar transgénica y su producción a campo?
-Nosotros ya hemos salido a campo con la caña transgénica y estamos seleccionando los mejores plantines, con lo cual hay una serie de pasos que cumplir, que los estamos cumpliendo con la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA) y el Senasa, más otras entidades más. Va a ayudar a que podamos plantar en lugares donde antes no había caña y que era un suelo más salitroso, y plantar para que además generemos más trabajo, más mano de obra y capacidad de molienda.

-¿Cuáles serían los efectos?
-Al haber mucho plantado, sí o sí, los ingenios van a tener que empezar a ampliar sus capacidades de molienda y con esto la cantidad de trabajo y todo lo que de ella derive. No habrá problemas de reducción de producción y trabajo por una helada, esa no puede ser la salida. La salida tiene que ser seguir creciendo, seguir apostando la caña y como ha dicho mi padre, ¿por qué no pensar en un ingenio azucarero nuevo?

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